SÍNDROME POSVACACIONAL
El Síndrome Posvacacional es un tipo de trastorno adaptativo, que muchas personas experimentan al regresar al trabajo después de disfrutar de unas vacaciones. Este malestar puede manifestarse a través de síntomas psicológicos y físicos, y su intensidad varía de una persona a otra. La readaptación a la rutina laboral implica cambios en horarios y obligaciones, lo que puede resultar complicado para algunas personas.
Sin embargo, es importante destacar que no todas las personas sufren de este síndrome. Muchas regresan al trabajo con entusiasmo, especialmente si su entorno laboral es positivo y disfrutan de sus tareas y relaciones con compañeros. Por otro lado, aquellos que no se sienten satisfechos con su trabajo son más propensos a experimentar este malestar, ya que la vuelta a la rutina puede sentirse como una carga.
La sintomatología del Síndrome Posvacacional puede ser bastante incómoda y se manifiesta a través de varios síntomas, como la apatía, insomnio, tensión y ansiedad. También es común experimentar un aumento de la irritabilidad, sentimientos de nostalgia por las vacaciones y un malestar general. Todo esto puede ser el resultado de una respuesta de estrés, que ocurre cuando las demandas del entorno superan los recursos que tenemos para afrontarlas.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas no son exclusivos del síndrome; también pueden aparecer en trastornos más serios como la depresión y la ansiedad, donde las alteraciones del ánimo, el pensamiento y la conducta son más persistentes.
¿Qué podemos hacer?
- No volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo, sino que es recomendable volver un par de días antes, para prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.
- Es conveniente empezar de forma gradual con la intensidad del trabajo, de menos a más intensidad y, si es posible, intentar empezar con las tareas que nos suelen resultar más amenas o agradables.
- Dormir adecuadamente es muy importante para poder afrontar nuestro trabajo de la mejor manera posible.
- Practicar ejercicio físico moderado, si es posible a diario.
- También podemos realizar relajaciones en intervalos regulares, eliminar pensamientos erróneos o ideas irracionales que puedan darnos ansiedad.
- Mantener horarios regulares tanto durante el día como en las horas de acostarse y levantarse.
- No “llevarse trabajo a casa».
- Intentar mantener una actitud realista y proactiva, mirando de plantear los problemas laborales del modo más simple y esencial posible.
Si sientes que los síntomas afectan tu vida diaria, puede ser útil buscar apoyo profesional.
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