Cada año, en la cuarta semana de mayo, celebramos la Semana Internacional de la Educación Artística. Con esta celebración se pretende sensibilizar y promover el papel fundamental que desempeña el arte en la educación y en el desarrollo humano.

Por ello, desde Neureduca queremos sumarnos y explicaros lo importante y beneficioso que es el desarrollo de las habilidades artísticas en el desarrollo cognitivo y en la salud mental de las personas.

A nivel cognitivo, estas habilidades, como el dibujo, la pintura, la música o la danza, estimulan la creatividad y la imaginación. Esto nos ayuda a pensar de manera más flexible y a pensar en la resolución de problemas. Además, las actividades artísticas pueden mejorar nuestra capacidad de atención y concentración.

Estas habilidades también fomentan nuestra capacidad de autocrítica, ya que los individuos debemos analizar nuestro trabajo y buscar formas de mejorarlo. Además, tanto el arte visual como el teatro o la música estimulan nuestros sentidos, lo que mejora nuestra forma de percibir y procesar información.

En cuanto a la salud mental, el arte nos ofrece un medio para expresar emociones que pueden ser difíciles de comunicar verbalmente. Pintar, dibujar, escribir poesía o música puede permitirnos procesar y liberar emociones, lo que puede aliviar el estrés, la ansiedad y fortalecer nuestra autoestima. Además, algunas de estas actividades pueden promover la atención plena y ayudarnos a enfocarnos en el momento presente, reduciendo pensamientos negativos y mejorando nuestro bienestar general.

Participar en actividades artísticas nos ayuda a conectar con otros, compartir intereses comunes, fomentando así las relaciones sociales positivas y reduciendo la sensación de aislamiento. Asimismo, la educación artística puede ser una poderosa herramienta para promover la inclusión, la diversidad cultural y la comprensión intercultural.

En resumen, la influencia de las habilidades artísticas tiene numerosos beneficios en todas las etapas de la vida. Durante la infancia y la adolescencia es crucial para el crecimiento personal y emocional, fomentándose a través de la exploración, el juego imaginativo y el aprendizaje. En la adultez y la vejez, promueve la resolución de problemas, la colaboración y la participación en actividades comunitarias, evitando así el aislamiento social propio de la vejez, enriqueciendo la vida de las personas mayores y fomentando un envejecimiento activo y saludable a través del arte.