La terapia psicológica nos aporta una serie de beneficios los cuales nos pueden ayudar a afrontar mejor nuestro día a día. Ir al psicólogo te puede facilitar ver tu vida desde otra perspectiva, convirtiéndote así, en una persona más fuerte emocionalmente y aportándote herramientas para poder adaptarte mejor ante posibles situaciones problemáticas.

Todos deberíamos darnos un espacio de reflexión, en algún momento de nuestra vida, un espacio único y exclusivo para nosotros. El psicólogo no es para “locos”, esto es una creencia ciertamente, inapropiada. Todos, a lo largo de nuestra vida, pasamos por cambios evolutivos y posibles situaciones difíciles de asimilar, afrontar y aceptar. Por lo tanto, al igual que vamos al médico para cuidar y curar nuestro cuerpo, el psicólogo es el encargado de acompañarnos y enseñarnos a cuidar de nuestra propia mente.

¿Te atreves a darte una oportunidad? No todas las personas están preparadas para tener este espacio de introspección y reflexión con uno mismo. No es para nada fácil asumir las propias dificultades y limitaciones, al igual que, para otros, tampoco lo es el hecho de darse cuenta de todas aquellas cosas buenas que tienen en su vida. No es fácil hacerse cargo de que cada uno de nosotros es responsable de su propia vida y de su propio proceso de cambio. Pero, ¿quién dijo que la vida era fácil?

Aun así, si finalmente te atreves, mira cuales son algunos de los beneficios que te puede aportar la terapia psicológica:

Ayuda a que te sientas mejor, creando una relación de confianza y empatía.

Al poder hablar con un psicólogo, con confianza y libertad sobre uno mismo te puede ayudar a enfrentar problemas que te causan malestar o dolor. Cuando expresas cómo te sientes, liberando así, tu carga emocional negativa, te sientes aliviado. El psicólogo no te juzgará sobre tus sentimientos y experiencias, te comprenderá y escuchará, creando un buen entorno de confianza y empatía que te permitirá expresar aquellos temas más delicados.

Te enseña herramientas para manejar conflictos.

Los conflictos son habituales en nuestro día a día, y en muchas ocasiones, son necesarios para el crecimiento personal y la convivencia con otras personas. La psicoterapia puede ayudarte a percibir los conflictos desde otro punto de vista, para que te afecten menos y puedas relativizar su importancia. De esta manera puedes aprender nuevas formas más asertivas de actuar y solucionar tus problemas.

Ayuda a que cambies tus creencias limitantes.

Con nuestras creencias y valores damos significado y coherencia al mundo que nos rodea. Una misma situación puede ser vivida de forma distinta por cada uno de nosotros. Definitivamente, las creencias nos ayudan a simplificar el mundo que nos rodea y son interpretaciones subjetivas de la realidad. Las creencias desadaptativas o limitantes no son innatas, las vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida, y por lo tanto, es necesario corregirlas; para ello el psicólogo puede ayudarte a identificarlas, analizarlas, ponerlas a prueba y modificarlas.

Ayuda a que vivas en armonía contigo mismo y con los demás.

La introspección que se realiza en terapia te permite conocerte mejor y superar tus propios miedos. Ayuda a encontrarte a ti mismo y a relacionarte con los demás de forma más efectiva. Esto va a influir positivamente en tu salud mental, permitiéndote encontrar paz interior y bienestar.

Te empoderará frente a la vida.

Uno de los objetivos de la psicoterapia es que la relación entre el terapeuta y el paciente no sea de dependencia. Por tanto, el psicólogo te ayudará a ser dueño de ti mismo, y a adquirir nuevas habilidades que te serán útiles en tu buen desempeño diario. Asistir a terapia no es esperar que el psicólogo te solucione tus problemas, se trata de aprender a aceptarlos y a quererse tal y como uno es; la idea es poner voluntad y esfuerzo, para cambiar lo que nos causa malestar y nos impide crecer.