Mi hijo aún no duerme en su habitación, ¿qué hago?

Que un niño quiera irse a dormir solo sin ningún problema no es común. Normalmente, quieren quedarse despiertos jugando o pasando tiempo con sus padres.

Tener que ir a dormir suele asociarse a rabietas para irse a la cama o una vez en ella. A veces, esto pasa por una mala adquisición de hábitos de sueño. Por ello, hoy vamos a explicar una técnica que puede ser útil para adquirir hábitos adecuados y también vamos a daros unas recomendaciones adicionales.

Técnica «The Bedtime Pass»

Esta técnica se suele aplicar a niños mayores de 3 años que oponen resistencia a la hora de acostarse en su cama.

La técnica consiste en proporcionar, una vez en la cama, una tarjeta canjeable por una visita fuera de su habitación durante la noche. Esta tarjeta deberá tener una razón específica y los padres deberán atender a la demanda o actividad que propone el niño (leer un cuento, beber agua, etc.). No se estará más de 5 minutos fuera de la cama.

Con esta técnica, por una parte, conseguimos que el disgusto inicial que pueden tener los niños al irse a su cama solos disminuya y, por otra parte, aumente la satisfacción y la aceptación de la situación.

Es muy importante que antes de aplicar esta técnica se hable con el niño y se le explique que, durante la noche, él va a poder utilizar la tarjeta una sola vez y que después de ser utilizada deberá entregar la tarjeta e ir a su cama y pasar lo que queda de noche ahí. Si después de utilizar la tarjeta el niño vuelve a salir de la cama, los padres deberán acompañar al niño a su habitación en silencio y en la cama volver a recordar tranquilamente que se tiene que quedar ahí lo que queda de noche.

Por la mañana siguiente se puede reforzar al niño por haber pasado la noche en su habitación.

Recomendaciones adicionales: 

  • Evitar cenas copiosas, bebidas azucaradas, cafeína y chocolate y pantallas o luces brillantes en la habitación o antes de ir a dormir.
  • Tener en cuenta que la habitación del niño debe ser un espacio sin ruidos ni luz en la medida de lo posible, con una buena temperatura para dormir.
  • Intentar que los horarios sean regulares, es decir, que siempre que se vaya a dormir a la misma hora.
  • Intentar hacer siempre las mismas actividades, crear una rutina para irse a dormir (lavarse los dientes, leer un cuento, hablar un rato en la cama…).
Vanna Di Marco
Psicóloga General Sanitaria

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