El Trastorno de Aprendizaje No Verbal
El Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV) es un trastorno del neurodesarrollo, las personas afectadas de TANV presentan una marcada diferencia entre el Coeficiente Intelectual (CI) verbal y el CI manipulativo.
Las manifestaciones neurocognitivas del trastorno son:
- Adquisición dificultosa de habilidades motrices y de percepción rápida global.
- Dificultad motora (fina y gruesa)
- Dificultades en la coordinación psicomotora.
- Buen desarrollo formal del lenguaje y del pensamiento basado en el lenguaje verbal.
- Dificultades visoperceptivas y de orientación espacial.
- Disfunciones socio cognitivas.
- Dificultades académicas sobre todo a nivel de comprensión oral o escrita.
- Problemas en la comunicación no verbal.
- Uso inadecuado de la pragmática del lenguaje.
- Dificultad para comprender las claves no verbales de la relación social (gestos, miradas, intencionalidad, doble sentido, ironía…).
- Dificultades para enfrentarse a situaciones nuevas.
- Déficits en la cognición social.
- Dificultades en lectura y escritura (lentitud de los procesos de descodificación y codificación).
¿Cómo podemos ayudar desde casa, a estimular las necesidades educativas de los niños y niñas con TANV?
- Facilitar la autonomía a la hora de vestirse, eligiendo prendas más sencillas de ponerse como, por ejemplo, zapatillas con velcro, chaquetas con cremalleras en vez de botones… Una vez se observe que realiza con facilidad estas tareas se pueden ir añadiendo otras piezas de ropa que tengan mayor dificultad (botones, cordones, etc.) La idea es hacerlo de forma progresiva para disminuir la frustración y aumentar la autonomía.
- Acompañar la expresión verbal de gestos no verbales para que vaya integrándolos en su comunicación, pedirle como podría decir parte del mensaje oral de forma no verbal, jugar a imitar gestos o al Simón dice.
- Darles pequeñas tareas para mejorar su motricidad, tales como, ayudar a escribir la lista de la compra, para trabajar la grafía, buscar juegos manipulativos, con pegatinas, construcciones de piezas pequeñas, recortar, moldear plastilina, puzles, copiar trayectorias, jugar al Tetris, jugar al tangram, etc.
- Para estimular la percepción visual y la orientación espacial, se pueden realizar ejercicios de resolver laberintos, pedirles tareas que impliquen desplazarse por la casa o por el parque siguiendo una ruta pautada…
El trabajo conjunto entre todas las personas que forman el entorno del niño/a es esencial para proyectar un buen pronóstico y evolución, por ello es relevante estar en contacto entre el entorno familiar, el académico y los profesionales que realizan el tratamiento, para abordar de la forma más completa todas las necesidades especiales del infante.
Yaina Jawo
Psicóloga especialista en neuropsicología educativa.
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