Cómo gestionar las rabietas: Estrategias para padres.

En primer lugar, antes de comenzar, es importante hacer un ejercicio de revisión propia sobre la temática del artículo. Rabietas y gestión. La palabra «rabieta» viene del sentimiento de «rabia». Y la «gestión» de la cuestión intrínseca o duda de qué hacer con esa emoción cuando la observamos en nuestros hijos.

La primera pregunta nos dirige a nosotros mismos: ¿qué pienso yo acerca de la rabia? ¿Cómo la gestiono yo cuando aparece en mí? ¿Qué situaciones me generan rabia? Os dejo un breve espacio simbólico para que podáis responder antes de continuar con el artículo.

__________________________________________________________________________

__________________________________________________________________________

__________________________________________________________________________

__________________________________________________________________________

En la respuesta, tenemos el primer paso para poder abordar estas situaciones. Dado que somos un reflejo de lo que pensamos, y, por ende, de cómo actuamos, a veces tenemos claro qué cosas nos dan rabia a uno mismo y nos cuesta comprender cómo otras personas (hijos incluidos) pueden sentir rabia, tristeza o enfado por otras situaciones que a nosotros no nos las generan.

Aun así, por norma general, el sentimiento de rabia, enfado o molestia aparece cuando no conseguimos lo que queremos, o bien, cuando las personas de nuestro entorno no actúan como nosotros lo haríamos, o cuando las situaciones no se dan como querríamos o esperábamos. Asimismo, el foco para la gestión de la rabia o rabietas radica en la aceptación y comprensión de «aquello que no puede ser» y «de los sentimientos del otro».

Para acceder a la aceptación y comprensión, es importante hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué me ha generado este sentimiento? Cuando se identifica, se es un poco más capaz de entender e identificar la antesala del sentimiento de rabia. Y ese aprendizaje nos llevará a comprender con más facilidad la experiencia de nuestro hijo: ¿Qué le ha podido generar este sentimiento?

Como adultos, hemos aprendido a aceptar las situaciones que nos generan rabia, pero cabe destacar que son unos años de ventaja, experiencia y madurez que juegan a nuestro favor y que los niños, por su momento evolutivo, aún no han adquirido y se encuentran en proceso de aprenderlo.

Cuando somos capaces de identificar el motivo de esa rabieta, entendemos por qué sucede esta rabia o enfado. El niño no tiene tanta capacidad de comprensión como nosotros, ya adultos. Por tanto, como padres, somos el agente mediador de esta situación. Os presento un ejemplo banal y cotidiano, pero que ejemplifica lo que este artículo pretende transmitir:

Cuando un cabello está enredado, sabemos que hay que usar un peine, el cual es el agente mediador para desenredar el pelo. Con las emociones pasa lo mismo. En el momento de rabieta tenemos a una persona (hijo) que se le han enredado los sentimientos y los pensamientos, y como adultos podéis ser el peine. ¿Pero cómo hacerlo? Seguidamente, os describo los siguientes pasos que os pueden ayudar «a desenredar»:

Paso 1: Identificar por qué está así. Preguntarle, desde la cercanía. Si no puede comunicarlo, os invito a que observéis de manera global lo que ha sucedido antes de que hubiese ese sentimiento de rabia.

Paso 2: Una vez identificado o comprendido, podéis poner palabras a lo que ha sucedido. Describir lo que pasa de manera concreta y validar. «Estás enfadado porque no puedes ir al parque y a ti te apetecía mucho, es normal».

Paso 3: Validar. «Te entiendo».

Paso 4: Comprender y verbalizar. «Entiendo que te apetecía mucho y tenías esa idea de hacerlo; papá, ahora te dice que hay que ir a comprar y luego a casa a dejar la compra, que, a ti, te parece superaburrido». «Lo entiendo». «Es importante que, cuando quieras algo, me lo comuniques y me lo digas. Yo lo recojo y miramos en qué momento podemos ir, o podemos hacer «eso» que te apetece mucho. Tal vez no sea hoy, pero yo ya sé que te apetece mucho».

Idea general: Acompañarlos en el proceso de aceptación de la idea que es o no es. Hasta que no aprendan a usar la palabra o tener una expresión de esa emoción más adaptativa, deberemos aplicar los pasos anteriores. Directa e indirectamente, ya les estáis enseñando un modelo de gestión de esa frustración o enfado diferente al que ellos conocían. Para obtener resultados distintos, es importante hacer cosas distintas.

En resumen, es conveniente que podáis ayudarle a ordenar qué está pasando, a partir de la palabra. La rabia es un sentimiento que tiene que salir, pero desaparece o disminuye notoriamente cuando entendemos lo que ha pasado; y a veces necesitan que alguien se lo explique. Esto hará que se sientan más acompañados y comprendidos.

Posiblemente, a algún lector ya se le habrá pasado por la cabeza que empezar a cambiar esa dinámica de gestión implica un tiempo que puede ir en desacuerdo al planning establecido. Os invito a que pongáis en una balanza las prioridades, ya que, como toda inversión, tarde o temprano da un resultado.

Incluso, a veces, es efectivo hablar sobre la rabieta pasadas unas horas, en un ambiente calmado, o al día siguiente. Cuando nuestro hijo se ha podido distanciar emocionalmente de ese evento.

Siempre se puede elegir de qué manera orientarse hacia esa comprensión y aceptación de la situación. Pero el primer paso para ayudarles en este proceso es que, como adultos, seamos los primeros en comprender qué le ha podido generar ese sentimiento y aceptar que puede ser posible. Es importante, siempre, utilizar la comunicación; pues si queremos que nuestros hijos aprendan a gestionar esas situaciones de rabia o frustración, es importante que nosotros le demos cabida y el modelo final de cómo gestionarlo. A lo largo del camino, buscamos que se comuniquen y librarles del sufrimiento que genera sentir esa emoción, dado que es una emoción que está, pero que no lleva a nada productivo si no conseguimos entender por qué ha sucedido, aceptarlo o entenderlo.

Anaïs Martínez

Psicóloga. Especialista en Psicomotricidad

SÍGUENOS EN LAS REDES

ÚLTIMOS POST

RESERVAR CITA

Reserva ahora tu cita online para cualquiera de nuestros centros.