Terapia infantil: ¿Qué es el vínculo y por qué es tan importante en terapia?
Uno de los pilares de la terapia infantil se centra en el vínculo que se genera entre niño y terapeuta. Para entender el significado de este vínculo como un proceso, previamente debemos explicar que se entiende por vínculo y la importancia que tiene.
¿Qué es el vínculo?
Las personas somos seres sociales con una gran capacidad y necesidad de comunicación, esto se traduce en que requerimos de relaciones y del contacto con los otros para nuestro desarrollo, puesto que iremos aprendiendo en base a los resultados de nuestras conductas con otros. El primer vínculo de un bebé es muy importante, puesto que esta relación será referente y modelo para las futuras relaciones con los demás y con nosotros mismos, esta primera vinculación es con la madre.
El primer vínculo empieza en el útero materno, cuando el bebé nace y entra en contacto exterior con su madre, empieza una armonía con su progenitora, un entendimiento entre ellos mas allá de lo perceptivo.
De este primer vínculo derivarán los siguientes, a medida que crecemos y mantenemos relaciones próximas y profundas, creamos vínculos que nos aportarán emociones positivas o negativas, siempre dependiendo de cómo es y la etapa en la que se encentra ese vínculo. Es por ello, que le vínculo desde que se concibe un bebé es sumamente importante.
Del vínculo seguro se derivarán experiencias emocionales placenteras, de los vínculos inseguros frustraciones, inseguridad y miedos.
¿Por qué es importante el vínculo entre el terapeuta y el niño?
Cuando un niño o adulto acude a terapia son dos desconocidos que poco a poco irán trabajando a nivel emocional, siempre dentro de la relación terapéutica y en beneficio del paciente, desde el primer contacto que se establece, ya sea vía telefónica o en la primera sesión. En el caso de los niños, suele ser durante la primera sesión del tratamiento que se establece ese primer contacto, y por lo tanto debe ser cuidada y valorada con la importancia que merece, ya que en ella recibiremos gran cantidad de información: si acepta entrar solo o bien con los padres, a que es lo primero que juega o no, cual es su postura tanto en relación con el espacio como con el terapeuta, etc… Esta relación debe ser sana para llegar a establecer una relación sólida y de confianza mutua.
Tener un buen vínculo y afecto entre terapeuta y niño permitirá a este último desarrollar sentimientos de seguridad y confianza. Está claro que cuando nos sentimos seguros es cuando expresamos de forma abierta todo aquello que nos sucede, por lo tanto un buen vinculo con el terapeuta es clave para que el niño exprese de forma directa o indirecta todo aquello que le sucede, que a la vez requerirá del afecto para la reparación emocional.
Los niños y niñas están aun en una etapa en la que el vínculo es muy reciente y esto permite mayor flexibilidad y accesibilidad al cambio, por lo tanto, el vínculo entre el terapeuta y el niño será uno de los aspectos más importantes y fundamentales para lograr los objetivos.
Se observa una alteración de los vínculos iniciales (primeras figuras de apego) en muchos de los niños que llegan a la consulta presentando diferentes tipos de problemáticas. El terapeuta tiene que trabajar conjuntamente con el niño para establecer un buen vínculo para poder dar respuesta y saber detectar a las necesidades, excesos o carencias de lo que el niño tuvo o no.
Independientemente de las técnicas que emplea el terapeuta, el vínculo es y será uno de los aspectos más importantes para que la terapia funcione.
Psicóloga. Especialista en Psicomotricidad
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