Diestro o zurdo: Tipos de lateralidad

La lateralidad es la dominancia de un lado del cuerpo sobre el otro y viene determinada por la supremacía de un hemisferio cerebral sobre el otro. El proceso de lateralización es lento y se consolida en la etapa escolar condicionando, en muchas ocasiones, el aprendizaje de la lectoescritura, la orientación, etc.

Para determinar la lateralidad de una persona, se suele observar el oído, ojo, mano y pie dominantes en cada caso. En la mayoría de ellos nos encontraremos con la coincidencia de la dominancia en uno de los dos lados, pero no siempre es así. Pasemos a describir los diferentes tipos de lateralidad y sus implicaciones a nivel de aprendizaje:

Diestros: son aquellas personas cuyo lado dominante es el derecho en todos los casos y, por tanto, su hemisferio cerebral dominante es el izquierdo. No suelen encontrarse dificultades de aprendizaje relacionadas.

Zurdos: se trata de personas cuyo lado dominante es el izquierdo y, por tanto, su hemisferio cerebral dominante es el diestro. Las mayores dificultades residen en la adaptación al “mundo de los diestros”, sobre todo en lo referente al material (reglas, tijeras, espirales de las libretas, etc.).

Zurdería contrariada: son personas de naturaleza zurda que escriben con la mano derecha por influencias socioculturales. En algunas ocasiones pueden encontrarse algunos errores en la lectoescritura.

Ambidextrismo: en este caso se utilizan ambas partes del cuerpo de forma indistinta. Pueden haber dificultades relacionadas con el uso del espacio.

Lateralidad cruzada: se denomina así a los casos en que uno o dos de los indicadores de lateralidad están en el lado contrario. Por ejemplo: oído, mano y pie diestros y ojo zurdo. Suele denominarse en la definición el tipo de cruce (cruce visual, cruce auditivo, etc.) i podría afectar al aprendizaje del alumno a nivel general.

Lateralidad no definida: son aquellos casos en los que se utiliza un lado del cuerpo u otro sin hacer uso de un patrón estable. Es normal en la primera infancia y podemos observar como niños de 2-3 años cambian de mano al coger los colores. Es importante estimular la adquisición homolateral del alumno para evitar posibles complicaciones.

Debemos  tener en cuenta estos indicadores a nivel de aprendizaje ya que, como hemos visto, en algunas ocasiones lo condicionan. En estos casos, es importante la estimulación sensorial y  del cuerpo calloso (estructura cerebral dedicada a pasar la información de un hemisferio al otro). El uso de materiales como la plastilina, las pelotas, los parches en ambientes lúdicos, el gateo o los memoys sonoros son de gran utilidad. También juegos como el Twister y la danza contribuyen a reducir el impacto del tipo de lateralidad no homolateral.

Anais Fort
Psicòloga especialista en Neuropsicologia educativa

SÍGUENOS EN LAS REDES

ÚLTIMOS POST

Potenciando las discapacidades

diciembre 3rd, 2024|0 Comments

Potenciando las discapacidades Hoy, 3 de diciembre, se celebra el día de las personas con discapacidad. Según la ONU, un 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad reconocida y la [...]

RESERVAR CITA

Reserva ahora tu cita online para cualquiera de nuestros centros.