SEMANA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS SORDAS

“Habla más alto que estoy sordo”, esta es una de las expresiones cuotidianas que utilizamos cuando no hemos entendido un mensaje verbal que iba destinado a nosotros, puede ser que por factores externos (ruido ambiental) o internos (resfriado o infección de oído) sea verdad que en este momento no recibimos el mensaje en su totalidad, pero no quiere decir que en otra situación no podamos hacerlo.

Más del 5% de la población mundial padece una pérdida de audición, esta se refiere a una pérdida superior a 35 dB (decibelios) en el oído que oye mejor. La prevalencia de la pérdida de audición aumenta con la edad, las estadísticas muestran que más del 25% de las personas mayores de 60 años presentan perdidas auditivas, según la OMS.

GRADOS DE HIPOACUSIA

Los grados de pérdida auditiva se establen según la pérdida de recepción de los sonidos que aparecen en las pruebas audiométricas y se calcula con la pérdida de decibelios (dB).

  • Normo-oyente: se considera una audición normativa aquella persona que no tiene pérdida auditiva o llega hasta los 20 dB.
  • Leve: es la pérdida de audición de 21 a 40 dB, en lo que se observan dificultades para escuchar sonidos suaves y lejanos o para distinguirlos de ruidos.
  • Moderada: se observa una pérdida auditiva de 41 a 70 dB, en esta aparece dificultades para mantener una conversación, ya que la voz humana se sitúa en este umbral.
  • Severa: en este caso es la pérdida de 71 a 90 dB donde se escuchan ruidos fuertes o gritos cercanos. En este caso incluso los audífonos podrían no ser efectivos.
  • Profunda: se considera que es pérdida de 91 a 119 dB en los que el habla no se percibe y en ocasiones se pueden percibir ruidos muy altos.
  • Sordera o anacusia: es una pérdida superior a los 120dB, por lo tanto, no se detectan sonidos o ruidos.

Es importante detectar los signos de alerta, ya que la detección temprana de una pérdida auditiva ayudará a programar una intervención centrada en la persona con pérdida auditiva y a su entorno para minimizar el impacto de la hipoacusia o sordera que padece.

CAUSAS DE LA HIPOACUSIA

Hay distintos factores que pueden llevar a padecer hipoacusia al largo de la vida:

Período prenatal:

  • Factores genéticos: pérdida de audición hereditaria y no hereditaria
  • Infecciones intrauterinas: rubéola e infección por citomegalovirus

*En España se realiza un screening auditivo a todos los recién nacidos para valorar posibles grados de pérdida auditiva.

Periodo perinatal:

  • Asfixia perinatal
  • Hiperbilirrubinemia
  • Bajo peso al nacer
  • Otras morbilidades perinatales

Infancia y adolescencia:

  • Otitis crónica: otitis media supurativa crónica
  • Presencia de líquido en el oído: otitis media no supurativa crónica
  • Meningitis y otras infecciones

Edad adulta y avanzada:

  • Enfermedades crónicas
  • Tabaquismo
  • Otoesclerosisi
  • Degeneración neurosensorial
  • Pérdida de audición neurosensorial repentina

Factores a lo largo de la vida:

  • Tapón de cerumen
  • Traumatismo en el oído o la cabeza
  • Ruido o sonido fuerte
  • Medicamentos ototóxicos
  • Productos químicos ototóxicos en el ámbito laboral
  • Carencia nutricional
  • Infecciones virales y otras afecciones del oído

MODOS DE COMUNICACIÓN

Los logopedas somos los profesionales destinados a ofrecer un tratamiento específico para el desarrollo de la comunicación en infantes y adultos con pérdida auditiva. El tratamiento que se realiza con una persona con déficit auditivo depende del grado de afectación y de las habilidades y capacidades preservadas. A continuación, os presentamos diferentes maneras de comunicación destinadas a personas con hipoacusia o sordera:

Modo oral (es necesario tener unas características mínimas de audición):

  • Método auditivo-verbal: se basa en la audición, sin tener en cuenta la propiocepción ni la visión (lectura labial o gestos). Se centra en aprovechar la audición preservada del infante para potenciar el lenguaje oral de manera natural, igual que las personas normo-oyentes.
  • Método verbo-tonal: se basa en la audio-percepción del habla. En este método se necesita un aparato llamado SUVAG, el cual adapta el mensaje oral del emisor, que habla a través de un micrófono, a las frecuencias auditivas que puede percibir el receptor con pérdida auditiva. Por lo tanto, transforma el fonema en el rango de frecuencias que si puede percibir.
  • Método de la palabra complementada (Cued-Speech): se centra también en el lenguaje oral, pero se acompaña con gestos como soporte visual en algunos fonemas que tienen el mismo punto de articulación y se pueden confundir visualmente (cómo /p/ y /b/).

Modo gestual

  • Lengua de signos: es una lengua reconocida con estructura gramatical propia que se caracteriza por el movimiento y orientación espacial de las manos y las expresiones corporales sin necesidad de producción oral. Con este modo no hay correspondencia palabra-signo, sino que expresa conceptos, también es de destacar que un mismo signo puede cambiar según la expresión facial o corporal del emisor.
  • Dactilología: método que utiliza la representación visual de los fonemas de una palabra, es decir, utilizando el alfabeto. Se utiliza sobre todo para signar substantivos, nombres propios o direcciones que no tienen un signo destinado a la palabra.
  • Bimodal: se trata de un modo de comunicación que complementa el lenguaje de signos con el lenguaje oral simultáneamente. Sigue la estructura del lenguaje oral con el soporte de signos en los nombres y verbos de la frase.

Para favorecer la capacidad comunicativa y social de un infante con pérdida auditiva es importante iniciar un tratamiento de estimulación cuando se diagnostique la pérdida auditiva. En Neureduca tenemos un equipo de profesionales para dar pautas y estrategias a los infantes con pérdida auditiva y sus familias.

 

Elisabet Ballester
Logopeda

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