Pautas para mejorar la lectura en niños

Leer es una parte muy importante en el desarrollo intelectual y emocional del niño, siendo la base para mejorar el aprendizaje en cualquier otra actividad escolar. Además, leer historias ayuda a tu hijo a mejorar sus capacidades lógicas, de juicio, e incluso el tiempo de atención que le pueden dedicar a una tarea, entre otros muchos beneficios.

Dicho esto, es normal que los padres velen por el progreso lector de su hijo, y pueda preocupar detectar dificultades. Por tanto, es necesario reconocer el importante papel que pueden ejercer los padres en el éxito de sus hijos en este ámbito.

Para empezar, es importante crear una rutina de lectura. Establecer un momento en el día (después de alguna comida, o antes de dormir) ayudará a crear un hábito de lectura en el niño. Si vuestro hijo todavía no ha aprendido a leer, implementar esta rutina en su horario hará que posiblemente la mantenga cuando empiece a leer por su cuenta. No es necesario iniciar con mucho tiempo de lectura. Aunque solo sean 20 minutos al día, son más de 3000 minutos leídos en un curso escolar!

Algo que ayudará mucho a tu hijo es que tú también muestres interés en la lectura. Recuerda que los padres son el modelo para los hijos, y tienden a imitar los comportamientos que reflejáis. Es importante mostrarles que la lectura no es solo para el aprendizaje, sino también algo que se puede disfrutar. Os dejamos unos consejos para que disfruten más de la lectura y podáis mostrarles interés vosotros también:

  • Deja que escojan: Si se sienten comprometidos en la lectura, será más sencillo que lo sientan como algo que quieren y no una obligación. Trata de encontrar libros sobre temas que puedan interesarle.
  • Haced equipo: Podéis leer en conjunto, haciendo turnos para leer en voz alta de la misma forma que los alumnos lo hacen en una clase. Debate con él cuando lleguéis a ciertos puntos de la lectura, pídele que te exponga las ideas principales, que te diga qué libros le han gustado más, y anima a tu hijo a que te haga preguntas.
  • Investiga sobre su lectura: Puedes darle un contexto sobre aquello que va a leer, o comentar algunas palabras que se vaya a encontrar y puedan traer dificultades. Asimismo, intenta tener una lista sobre palabras difíciles que tu hijo aprenda tanto en su día a día como en la lectura.

Aunque pueda sonar contradictorio, para mejorar la capacidad lectora de tu hijo no todo se basa en leer libros. Es importante que haya una variedad en el material que le ofrezcas, sobre todo si en un inicio tu hijo muestra desagrado por la lectura.  Por ejemplo, podéis jugar a juegos de palabras como el Scrabble, el Ahorcado, o buscar juegos divertidos en internet. También podéis hacer que mejoren sus habilidades lectoras haciéndoles partícipes en el día a día, por ejemplo, haciendo que escojan la receta que vayáis a cocinar y que la lean para vosotros, o leyendo pequeñas cosas que os aparezcan, como las señales de tráfico, camisetas, o textos que recibáis de la familia (Whatsapps, e-mails, etc.).

Para terminar, hay que ser conscientes que cada niño es diferente, y aunque las pautas que os hemos dado piden mucho de la colaboración de los padres, hay factores en vuestros hijos que no podéis controlar. Sobre todo, recuerda que si tu hijo tiene dificultades leyendo, lo mejor que puedes hacer es apoyarlo mientras intenta mejorar, y debemos evitar que pueda sentir vergüenza de sus dificultades, ya que le generará más rechazo.

Recordad que, “Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”.

 

Eric Bonnín

Psicólogo. Especialista en Neuropsicología

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