LOGOPEDIA; UNA PROFESIÓN DESCONOCIDA

Había una vez una logopeda que ayudaba a las personas a hablar bien. Les enseñaba a hablar y a decir bien la “R”. Esta es la definición generalizada de la población cuando se refieren a los y las logopedas.
Y si, es correcto; hay logopedas que en su práctica diaria se dedican a trabajar el habla. Pero también hay logopedas que en su trabajo realizan otras tareas que también forman parte de la profesión. Y de estas otras funciones que tenemos va este artículo, pero sobretodo de entender que nuestra función principal como logopedas es ayudar a las personas.
Para entender mejor que podemos aportar a las personas con las que trabajamos, tenemos que saber que los logopedas somos los profesionales especializados en Logopedia. Y la Logopedia se ocupa del estudio del proceso comunicativo y de la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de los trastornos relacionados con la comunicación humana.
¿Y que es la comunicación humana? Son todas las funciones cerebrales superiores asociadas a la comprensión y expresión del lenguaje verbal, oral y escrito así como todas las formas de comunicación no verbal.
Así pues, los profesionales de la Logopedia somos expertos en la comunicación verbal, que es uno de los aspectos más complejos y elaborados de las funciones superiores cerebrales. El lenguaje y el habla implican funciones auditivas, visuales, cognitivas, orofaciales, respiratorias, vocales y tubáricas, con lo cual podemos trabajar cualquiera de estas áreas, si resulta que está interfiriendo en el proceso comunicativo de cualquier persona en cualquier momento de su vida.
Por ese motivo podemos encontrar logopedas trabajando con personas sordas; ayudando a que diferencien entre ruidos, sonidos y palabras. También estarán trabajando con personas que sufren un trastorno neurológico; ayudando a que se puedan comunicar con las otras personas
porque quizá, debido a un accidente de tráfico o a una caída, su expresión oral ha quedado alterada. Hay logopedas que diseñan sistemas alternativos de comunicación con imágenes u otras tecnologías para que todas las personas puedan transmitir sus necesidades, expresar sus emociones y compartir sus experiencias de vida aunque no sea de la manera tradicional.
Des de la Logopedia ayudamos a decodificar el significado del lenguaje a personas que no lo comprenden de la misma manera que el resto y tienen dificultades para expresar lo que quieren de manera que los entiendan o no comprenden exactamente lo que les dicen las otras personas. Esto puede ocurrir con personas mayores con demencia u otras no tan mayores que hayan sufrido un ictus. También con adolescentes que presentan trastorno del lenguaje o autismo.
Encontramos a profesionales de la Logopedia que enseñan a tragar a persones para que el alimento siga el recorrido habitual o les recomiendan qué texturas son las más adecuadas para que algunas personas puedan convivir con sus dificultades en la deglución. También hay personas que han estado llevando ortodoncia para corregir la posición de sus dientes y hay logopedas que les enseñan donde tienen que colocar la lengua para que no vuelva a empujar los dientes de nuevo.
Hay logopedas que trabajan con personas que debido a problemas de salud conviven con un orificio a la altura de la tráquea y necesitan sacar su voz de otra manera para poder comunicarse. También personas que han sufrido problemas en las cuerdas vocales se pueden encontrar con logopedas en su camino de recuperación y así poder seguir haciendo teatro con los amigos o volver a cantar en la coral de siempre. Incluso hay personas que han necesitado intubación debido a una intervención quirúrgica y han visto afectada su voz.
Hay personal docente que suele acudir a Logopedia para no estar afónicos o disfónicos durante todo el año escolar, o locutores de radio que acuden para aprender a cuidar su herramienta de trabajo. Muchos cantantes también trabajan con logopedas para sacar su máximo potencial en el escenario.
Ahora que ya sabemos un poco más de las funciones de los logopedas, espero haber contribuido a mostrar que no solo enseñamos a decir bien la “R”, la “S” o la “D” sino que trabajamos con personas en diferentes situaciones y momentos de sus vidas porque nuestra especialidad es la comunicación y la comunicación es inherente a la condición humana.