LA LENGUA DE SIGNOS Y LA LOGOPEDIA

La Lengua de Signos Española (LSE) es una lengua visual y gestual utilizada principalmente por la comunidad sorda de España. Es una lengua completa y natural que tiene su propia gramática, sintaxis y léxico, independientes del lenguaje hablado.

La LSE se basa en el uso de las manos, expresiones faciales y movimientos corporales para comunicar significados. Tiene su propia sintaxis y reglas gramaticales que no corresponden directamente con el español hablado, por ejemplo, el orden de las palabras puede ser diferente. Los signos se realizan en un espacio tridimensional frente al cuerpo del hablante, utilizando el espacio para representar relaciones gramaticales y semánticas. La expresión facial y los movimientos del cuerpo son componentes cruciales en la LSE, añadiendo matices y emociones a los signos.

Cuenta con una estructura lingüística que tiene unidades mínimas distintivas llamadas queremas, que corresponden a la configuración de la mano, el lugar de articulación, el movimiento, la orientación y las expresiones faciales. Los signos pueden modificarse para indicar tiempo, número, género, entre otros. Hay signos simples y compuestos. El orden de las palabras es flexible y puede variar según el énfasis y el contexto. Normalmente, suele seguir un orden de Sujeto – Verbo – Objeto, pero puede cambiar.

Además, presenta variaciones dialectales según la región de España. Estas variaciones pueden incluir diferencias en ciertos signos, aunque existe un esfuerzo por unificar la lengua para facilitar la comunicación entre distintas comunidades.

La LSE fue influenciada por la educación de personas sordas en instituciones como la Escuela de Sordomudos de Madrid, fundada en 1802 y en la que fue reconocida oficialmente el 2007, promoviendo su uso y enseñanza, así como el reconocimiento de la Lengua de Signos Catalana (LSC).

Es el principal medio de comunicación para muchas personas sordas en España, permitiendo la interacción social, la educación y la participación cultural. La LSE es un componente central de la identidad y la cultura de la comunidad sorda. Facilita la accesibilidad y la inclusión de las personas sordas en todos los ámbitos de la vida.

La Lengua de Signos Española es una lengua rica y compleja que juega un papel crucial en la vida de muchas personas sordas. Su reconocimiento y promoción no solo facilitan la comunicación y la inclusión, sino que también enriquecen la diversidad cultural y lingüística del país.

¿Qué relación puede tener la LSE con la logopedia?

La LSE y la logopedia están intrínsecamente relacionadas, ya que ambas disciplinas se centran en mejorar las habilidades de comunicación de las personas. La logopedia es una disciplina de la salud que se encarga de la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación, el lenguaje, el habla, la voz y la deglución.

En la rehabilitación y educación de las personas sordas, los profesionales como los logopedas juegan un papel esencial. Utilizan la LSE como una herramienta clave para desarrollar habilidades comunicativas en individuos que no pueden utilizar el lenguaje hablado de manera efectiva. La LSE puede ser una forma de Comunicación Alternativa y Aumentativa (CAA), proporcionada por los logopedas para personas con dificultades severas del habla y del lenguaje.

En los niños sordos, los logopedas pueden integrar la LSE en sus programas de intervención temprana, ayudando a desarrollar el lenguaje y facilitando la inclusión educativa. El enfoque no solo mejora las habilidades de comunicación del niño, sino que también apoya su desarrollo cognitivo y social. En este contexto, la LSE se convierte en una herramienta educativa fundamental.

Para personas que han perdido la audición de manera repentina o progresiva, los logopedas pueden utilizar la LSE como parte del proceso de rehabilitación. Esto les ayuda a adaptarse a su nueva realidad y a mantener la comunicación efectiva con su entorno.

Además, la formación y sensibilización sobre la LSE son cruciales para los logopedas. Al conocer y entender la LSE, los profesionales pueden ofrecer una atención más inclusiva y efectiva a sus pacientes con patología auditiva. La colaboración entre especialistas en LSE y los logopedas asegura que las personas sordas reciban un apoyo integral y adecuado.

En conclusión, la Lengua de Signos Española y la logopedia son disciplinas complementarias que, al trabajar juntas, pueden ofrecer soluciones más efectivas para mejorar la comunicación y la inclusión de las personas sordas. La LSE enriquece la práctica de logopedia, proporcionando una herramienta esencial para la intervención y el apoyo de las personas con dificultades de la comunicación.

Andrea Bosque
Logopeda especialista en Terapia Miofuncional Orofacial, Trastornos de los Sonidos del Habla y Anquiloglosia

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