El sueño y el Trastorno del Espectro Autista

El sueño de casi el 80 % de los niños y las niñas con TEA está alterado.

Existen cuatro razones por las que el/la niño/a con TEA tiene dificultades con el sueño y las dificultades con el sueño, son en general de 3 tipos:

  1. Niños/as que les cuesta mucho dormirse, ya que su reloj biológico está retrasado.
  2. Niños/as que se duermen relativamente pronto, pero tienen muchos despertares nocturnos de larga duración.
  3. Niños/as que se despiertan muy pronto.

Estas tres características pueden además combinarse entre ellas, y pueden coincidir en el mismo niño/a.

Otra de las características del sueño en los niños y las niñas con TEA, es que sus necesidades de sueño son menores que las del niño o de la niña neurotípico/a.

Por otro lado, otra de las diferencias es que el 50% de los casos de niños/as neurotípicos/as con dificultades en el sueño, se van a solucionar de manera espontánea; pero en los/as niños/as con diagnóstico de TEA, esto solo ocurre de manera espontánea en el 8 % de los casos. Por tanto, si no actuamos, lo habitual es que se vaya complicando cada vez más.

La penúltima característica a comentar es que en muchas ocasiones los problemas con el sueño empiezan a manifestarse un poco antes de que empiece a desarrollarse la clínica del Trastorno del Espectro Autista.

Las dificultades con el sueño tienen una base biológica y ocurre lo mismo, que con las características: puede ser única o puede ser una combinación de varias.

La primera es que algunos/as niños/as con este diagnóstico, tienen cambios en los genes que regulan el reloj biológico y esos genes funcionan de manera un poco diferente.

La segunda línea en la que se pueden producir problemas con el sueño, es que muchos de los/as niños/as con TEA, tienen una menor cantidad de una enzima que ayuda a la producción de melatonina. Algunos de los/as niños/as con TEA tienen menor cantidad de melatonina, y esto hace que su sueño dure menos tiempo. Además, presentan mayor cantidad en sangre de la sustancia que les hace estar activos por el día, con lo cual tienen un sueño más inquieto y una noche biológicamente más corta.

La tercera razón es que los niños y las niñas con TEA tienen un sueño en la fase R.E.M. diferente a los/as niños/as neurotípicos/as.

La última característica de los niños y las niñas con TEA que condiciona su sueño es lo que llaman la hiperrespuesta sensorial y mayor ansiedad a llegar la tarde/noche. Aunque son dos cosas diferentes, a veces se manifiestan de la misma manera: cuando llega la tarde/noche, se encuentran inseguros, con mayor ansiedad, con mayor respuesta al ruido o a la luz, a los cambios de temperatura, a la presión de las sábanas… Esto hace que les cueste más desactivarse para dormir.

El tratamiento del sueño tiene que enfocarse en estas cuatro características.

Cuando mejora el sueño, también mejora la calidad de vida del niño y de los padres.

Ariadna Torreblanca

Psicóloga. Especialista en Terapia Psicomotriz

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