Doble excepcionalidad. Trastornos asociados a las altas capacidades
Estos alumnos son difíciles de identificar. Los rasgos más comunes y significativos de un niño con “doble excepcionalidad” son un desarrollo académico desigual o inconsistente que suele ser inexplicable e impredecible. Pueden conseguir resultados sobresalientes en actividades académicas fuera de la escuela y no reflejar estos resultados en sus tareas escolares. Pueden obtener resultados sobresalientes en los exámenes tipo test de respuesta múltiple y acometer con dificultad la tarea de escribir algo en una página en blanco. Otros pueden destacar verbalmente y responder con elocuencia a las preguntas, mientras son incapaces de escribir cualquier respuesta. Ser grandes expertos capaces de nombrar y clasificar más de 300 tipos de insectos con tan sólo 8 años, pero tener dificultades para leer.
Los problemas surgen a la hora de identificar a estos niños, puesto que, en general, encontramos estas tres categorías:
Aquellos cuya alta capacidad está reconocida y evaluada a una edad temprana, y sus dificultades de aprendizaje sólo se van haciendo evidentes a medida que la dificultad de las tareas académicas aumenta. Pueden ser brillantes verbalmente, pero tener problemas para la expresión escrita, pueden ser olvidadizos, descuidados y desorganizados. A medida que las exigencias del aprendizaje se centran en la capacidad de escribir textos más largos, lecturas más largas y complejas su rendimiento escolar baja y se les acusa de ser vagos y no querer esforzarse. Pero la realidad es que no saben cómo. Al haber sido identificados como niños de altas capacidades y haber seguido los programas o tratamiento propios de esta “categoría”, sus dificultades de aprendizaje en determinadas áreas han pasado desapercibidas para padres y educadores, por lo que no se les ha dotado de las estrategias necesarias para entender y enfrentarse a su dualidad. (Debemos hacer notar que esta doble excepcionalidad no es el único motivo del bajo rendimiento académico de los niños de altas capacidades, ya que en este hecho pueden influir múltiples factores).
Aquellos que no tienen reconocidas o evaluadas ni sus cualidades de alta capacidad ni sus problemas de aprendizaje, porque en general, muestran un rendimiento medio. En este grupo, las altas capacidades hacen un esfuerzo extra para compensar la falta de habilidad que los problemas de aprendizaje les puedan estar causando. En otras palabras, su inteligencia superior enmascara sus problemas de aprendizaje y sus problemas de aprendizaje enmascaran su inteligencia superior, por lo que pasan desapercibidos para los profesionales de ambos campos. Sus talentos ocultos pueden, eventualmente, aflorar si son estimulados por un profesor que utilice métodos más creativos de aprendizaje. Sus dificultades de aprendizaje se manifiestan con más frecuencia durante la educación superior o edad adulta, cuando el estudiante empieza a leer o escuchar información sobre la dislexia u otros desórdenes.
Aquellos a los que se les ha identificado problemas de aprendizaje y pueden encontrarse acudiendo a programas de atención a la discapacidad, pero nadie ha identificado sus altas capacidades intelectuales. Estos alumnos pasan su vida escolar sintiéndose tristes y despreciados. Han sido identificados primero por lo que NO pueden hacer en lugar de por el talento que demuestran. Sin duda es el grupo que más sufre puesto que tanto padres como educadores centran su atención en sus “problemas” y no reciben atención por sus fortalezas o intereses.
Las dobles excepcionalidades más comunes son:
– Altas capacidades y Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH)
– Altas capacidades y Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
– Altas capacidades y Trastorno Específico del Aprendizaje (Dislexia, Disortografía, Digrafía, Discalculia, etc.).
IMPORTANCIA DE LA VALORACIÓN O DIAGNÓSTICO
En Neureduca realizamos una valoración de las capacidades intelectuales que nos permite conocer el abanico de aptitudes y competencias de una persona y nos informa sobre cómo gestiona esta capacidad en su vida diaria. Su objetivo es permitirnos elaborar orientaciones y medidas de intervención educativa, encaminadas no sólo a potenciar las capacidades del alumno sino también a compensar las posibles dificultades que puedan existir, procurando que goce de la comprensión y las oportunidades necesarias para desarrollar-se en todas las facetas. Para obtener la máxima cantidad y variedad de información posible sobre el alumno, valoramos diversas áreas relacionadas con sus habilidades y personalidad, así como con la expresión práctica de estas:
Desarrollo verbal, motriz, social y emocional
Inteligencia general
Aptitudes cognitivas específicas
Creatividad
Personalidad y adaptación personal, social, familiar y escolar
Motivaciones e intereses personales.
Utilizamos múltiples fuentes de información y diferentes metodologías como la entrevista, los cuestionarios y los test psicométricos. Integrando los datos procedentes de todas estas vías elaboraremos un informe de diagnóstico neuropsicológico y psicopedagógico donde se detallará la valoración global y las orientaciones personales, familiares y académicas que se deriven.
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