Descifrando la discalculia para ayudar a nuestros hijos/as

¿Qué es la Discalculia?

La discalculia es más que simplemente tener dificultades con los números. Es un desafío persistente en la habilidad para comprender y trabajar con conceptos matemáticos, afectando la adquisición de habilidades aritméticas básicas. En otras palabras, un niño/a con discalculia puede enfrentar obstáculos en áreas como el reconocimiento de números, la comprensión de operaciones matemáticas y la resolución de problemas.

¿Cómo puedo saber si aquello que está dificultando a mi hijo/a el ámbito matemático, no es una dislexia?

La discalculia a menudo se asocia con dificultades en el razonamiento espacial y la comprensión de conceptos geométricos. Los problemas de visualización y organización espacial son más prominentes en la discalculia que en una dislexia.

Por otro lado, mientras que la dislexia puede afectar la comprensión de enunciados y palabras clave en problemas matemáticos, la discalculia se manifiesta en la dificultad directa para abordar y resolver problemas numéricos, independientemente del lenguaje utilizado.

¿Cómo lo vive el niño/a y cómo lo trabajamos en terapia?

En terapia neuropsicológica, adaptamos estrategias para hacer que las matemáticas sean menos intimidantes y más como un juego divertido. Queremos que cada niño descubra el placer de resolver esos enigmas matemáticos.

Para ellos, los números pueden ser piezas de un rompecabezas que se esconden; los símbolos y conceptos matemáticos, jeroglíficos e historias sin sentido; y resolver problemas, como encontrarse atrapado en un laberinto.  Utilizando las actividades prácticas y los ejercicios repetitivos, a través de enfoques visuales y más tangibles, podemos hacer que estas tareas tengan más sentido y claridad. Además, reforzamos a conciencia las prácticas matemáticas básicas a través de prácticas sistemáticas, de forma que recordar esto se vuelva automático, como tararear una melodía sin pensar.

¿Qué podemos hacer cómo padres para dar apoyo a nuestro hijo/a?

  1. La comunicación y entendimiento mutuo es fundamental para abordar los desafíos de la discalculia y evitar la frustración de ambas partes. Da apoyo emocional positivo, celebra los logros, incluso los pequeños, y fomenta una actitud positiva hacia el aprendizaje matemático.
  2. Utiliza actividades cotidianas para reforzar conceptos matemáticos simples. (Contar objetos durante la cena, calcular el cambio en una tienda, medir ingredientes, etc.)
  3. Introduce juegos que incorporen matemáticas de manera lúdica. Desde juegos de mesa hasta aplicaciones educativas.
  4. Ayúdale a trabajar mediante la comprensión visual usando gráficos, diagramas o representaciones visuales para explicar conceptos matemáticos.
  5. Proporciona material manipulable, como bloques o fichas, para que puedan experimentar con conceptos matemáticos de manera concreta antes de abordar la abstracción.
  6. Crea rutinas regulares para las tareas relacionadas con las matemáticas, ya que puede reducir el estrés asociado con el aprendizaje matemático.
  7. Colabora estrechamente con los profesores para entender las estrategias educativas utilizadas en la escuela y cómo puedes respaldar esas estrategias en casa.

Gracias por haber leído hasta aquí, y recuerda adaptar estas sugerencias según las necesidades individuales de tu hijo. Con paciencia y apoyo constante, puedes ayudar a convertir las matemáticas en una aventura emocionante y accesible para ellos.

 

Eric Bonnín

Psicólogo. Especialista en Neuropsicología

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