¿Cómo prevenir problemas de atención en los niños?

 Ambiente familiar tranquilo y relajado.

Un ambiente familiar caracterizado por el estrés, las prisas, el desorden, los cambios frecuentes o la falta de rutina provocan problemas de atención en los niños. Asimismo, cambios frecuentes en la vida de los niños también conducen a descentrar: comer cada día en una casa, no tener un lugar fijo donde estar, que personas diferentes vayan a recogerlo a la escuela, etc.

Un ambiente familiar con una rutina diaria sin muchos cambios, donde el niño sabe lo que va a suceder a continuación, donde no hay gritos ni prisas continuas, favorece la serenidad del niño.

Dormir lo necesario por la noche.

Si el sueño nocturno de un niño es inadecuado o insuficiente, tendrá dificultades durante el día de atención y se mostrará más inquieto, por lo que es importante que duerma las horas necesarias i que descanse lo suficiente.

Mejorar las pautas educativas en casa.

Las pautas educativas son las estrategias que los padres utilizan para educar y manejar la conducta del niño. Tiene que haber normas claras, evitar los gritos, no prestar atención a las rabietas, evitar la protección excesiva, pactar acuerdos, dialogar i escuchar a los niños, empatizar con ellos, etc.

Trabajar en un lugar ordenado y agradable.

Es importante hacer del lugar donde se estudia un sitio agradable. En niños pequeños esta parte es responsabilidad de los padres, al menos las primeras veces. Una vez el niño haya entendido qué se entiende por un lugar ordenado y acogedor, este se encargará, en adelante, de mantenerlo en ese estado.

Reducir el uso de los videojuegos.

El uso de videojuegos se debería retrasar lo más posible y no deberían estar presentes en la etapa de Educación Infantil. En estas edades son más adecuados juguetes que estimulen su imaginación y creatividad, así como la relación con otros niños. Los videojuegos no favorecen la concentración en actividades menos atractivas y que implican mayor esfuerzo mental.

Garantizar un tiempo de juego al aire libre.

Es recomendable que los niños dispongan de una hora de juego al día, como mínimo y si puede ser al aire libre. El juego al aire libre favorece la relación con otros niños y canalizar su energía y vitalidad.

Juegos que favorezcan la atención.

Algunos juegos favorecen la atención, la concentración y otras capacidades cognitivas, como los puzzles y los dominós infantiles. Dedicar un tiempo semanal a estas actividades favorece el desarrollo de la concentración y de otras capacidades cognitivas.

Leer cuentos.

Otra actividad que favorece la atención es leer cuentos. Es mejor si estos cuentos se leen conjuntamente, explicando las imágenes que aparecen en los libros y preguntando sobre lo leído.

Estos son algunos consejos que te damos que puede llevar a cabo en tu día a día. Si finalmente, a pesar de adoptar estas medidas, los problemas de atención no mejoran, un especialista debería valorar las dificultades de tu hijo.

Marta Creus

Neuropsicóloga infantil

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