¿Cómo ayudarles a organizar las tareas escolares?
Muchos niños y sus familias se ven desbordadas por el tema de los deberes. La falta de tiempo y autonomía provoca, en algunas ocasiones, discusiones por las tardes frente al escritorio. En este post os damos algunas ideas para ayudar a los más pequeños a organizar su tiempo de hacer las tareas escolares.
Marcar un horario de estudio
Es importante que los niños sepan en todo momento qué hacer. Un horario tradicional y visual les ayudará mucho en este sentido. Basta con rellenar una cuadrícula marcando la tarea a realizar cada hora. Podemos incluir también las actividades extraescolares y otras tareas a realizar, como recoger la habitación o ducharse. Para hacerlo más divertido, podéis hacerlo entre los dos y que lo decore a su gusto.
Animarle a llevar la agenda al día
Apuntar las tareas a realizar es esencial para recordar todo lo que debe hacer. Los adultos debemos animar a los niños a llevar al día sus anotaciones y hacerlo de una forma limpia y ordenada para no perder información. En el caso de niños con dificultades de aprendizaje, necesitaremos la colaboración del tutor o tutora de su clase. El o ella nos puede ayudar revisando que lo que haya apuntado sea correcto y que no se ha dejado nada o ha equivocado sus palabras.
Seguir un orden
Los niños pierden autonomía y eficacia cuando no saben en qué orden realizar las tareas. En estos casos podemos marcarle ritmos y rutinas, por ejemplo: cinco minutos para mirar la agenda y leer todo lo que debemos hacer, 5 minutos para recopilar todo el material necesario, 30 minutos para acabar las tareas y 5 minutos más para preparar todo lo necesario para el día siguiente.
Para este paso pueden ser muy útiles las autoinstrucciones en forma de imagen para los más pequeños y de forma escrita en los más mayores. Estas les muestran de forma explícita y directa lo que deben hacer en cada momento y pueden colgarlas en la pared, pegarlas en el escritorio o en la primera página de cada libreta.
Ofrecer ayuda
En las primeras sesiones de deberes, los niños requerirán de la ayuda y presencia constante de un adulto para desenvolverse con facilidad. No obstante, esto no debe convertirse en una rutina ya que estaremos haciendo un flaco favor a los más pequeños. Uno de los objetivos principales de las tareas escolares es, a parte de aprender, fomentar la autonomía en este proceso. La presencia que ofrecemos desde un inicio, debe ser retirada de forma progresiva de manera que solo acuda al adulto cuando realmente tenga una duda a resolver.
Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda, pero no debemos olvidad que cada niño es diferente y responde ante métodos distintos. Adaptarnos a las necesidades de cada uno es esencial para promover un hábito de estudio saludable y consciente.
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